viernes, 1 de mayo de 2020

¡La banca gana, sacos de mierda! (48)




No sé si te has enterado, pero hay un virus letal circulando por el mundo. Te lo digo por si vives en la parra y no te has enterado. ¿Cómo? ¿Perdona? ¿Qué si sé algo del virus? Depende del día, amigo. Solo te digo una cosa, en 1981 hubo un tema bastante chungo con una remesa de aceite de colza adulterada, aquella intoxicación alimenticia fue catalogada como neumonía atípica hasta que un médico le echó cojones y destapó toda la mierda. Que no digo que esto sea algo similar, solo digo que no tenemos ni puta idea de lo que nos está jodiendo vivos, y me temo que seguirá así hasta que alguien le eche cojones y se meta de lleno a destapar mierda.
    Ahora mismo somos como aquel Vietnam infectado por el comunismo y curado con un medicamento llamado EE.UU., joder, es la hostia, ¿verdad? Nos van a rociar con agente naranja y se van a sentar a ver qué pasa. Si la cosa no mejora usarán napalm. Y si no mejora, se largarán y nos dejarán morir.
    ¿Qué dices? No amigo, al principio dijeron que solo afectaba a personas con patologías previas, pero resultó ser una patraña. Ahora sabemos que también están muriendo niños, por eso los han dejado en casa, para que no se lie la de Dios. Porque seamos sinceros, muere un viejo y le lloras, lo lamentas si es tu padre o abuelo, te puedes llegar a deprimir o quedarte en shock. Pero si es tu hijo, joder, si es tu hijo te armas hasta los dientes y la lías parda. No quieren que la gente se quede sin cosas por las que luchar, eso sería el verdadero final de este Cortilandia gigante que tienen montado.
    Exacto, amigo, este el motivo del encierro obligado, así es. Un estado de alarma, como los que habíamos visto alguna vez en las películas. Con horario de salida según la edad, restricciones familiares y sin problema para que acudas tu puesto de trabajo si así lo requiere el santo padre estado. Por lo visto no quieren mezclarnos en nuestra vida social, pero sí en el ámbito laboral. Ya, ya, yo tampoco lo termino de entender. Solo te digo que la noche de la purga está cerca. Vamos a dejar las historias de ficción en patrañas para viejas.
    ¡Que sí, coño, que no miento! A mí me echaron del trabajo el 18 de marzo, y no fue un ERTE. Me dijeron que no me preocupase, que en cuanto todo esto pasase me contrataban de nuevo y como si nada. Solo tenía que ir al paro y solicitar una prestación que parece no llegar nunca. Bien, sí, no pasa nada, si todo es por un bien común no pasa nada. Pero entonces te das cuenta de que ese bien común es una jodida mierda. ¿Que cómo nos dimos cuenta? Muy sencillo, si yo no ingreso pasta porque me obligan a quedarme en casa, ¿por qué cojones tengo que seguir pagando los suministros, la vivienda y los impuestos? ¿Por qué tengo la sensación de que le están comiendo la polla y el coño a los empresarios, a las empresa energéticas y a los bancos y a nosotros nos la están metiendo por el culo? Es inadmisible, y al final acabará en revolución. Todo tiene un límite. Los políticos parecen no entender que lo más importante de una nación son los ciudadanos, y nada más.

Pedacito de jodida realidad:
    Hoy el niño se ha despertado a las 4:14 am y me ha costado una hora y algo dormirlo. Llevo en el salón desde entonces, y ya son casi las 7:00 am. Lo sé, mi vida es un jodida maravilla. Entre que duerme y no duerme aprovecho para repasar los textos de mis necesarios hermanos de armas. También escribo lo mío, de mala manera, como puedo. La única recompensa es saber que Lidia puede dormir mientras tanto, y que no se va a joder más el cuerpo hasta que me toque volver a currar. Mientras que esto dure hay que ser fuertes y no decaer. Me da que nos queda más tiempo del que pensamos.

Apunte: llevo más de cincuenta días sin ver a mi hermano, y eso me empieza a pesar. Aunque dicen que podemos ver a la familia a partir de mayo, no pienso arriesgar. Te quiero, brother, fuerza.