viernes, 1 de mayo de 2020

DIA 46: ERTO=MUERTO




Después de un mes y medio sin recibir ingresos, hoy hemos cobrado algo, en casa estamos con un ERTO, que ya lo podrían llamar directamente MUERTO. La paga del Gobierno ni está ni se la espera. Hemos cobrado dos semanas que Raquel ha currado, 350€, como podéis ver un dineral (modo ironía on).
    Desde que empezó la pandemia los únicos gastos en casa son en comida y en facturas: alquiler, agua, luz, garaje etc.. El tener que lidiar con todas las facturas es tan irremediable como la muerte, no se escapa ni dios y, por supuesto, no hay condonación posible. Los vampiros no-mueren, tienen la necesidad de sangrarnos.
    Estoy orgulloso de cómo lo llevamos, no hemos tenido ni una puta discusión en este periodo de economía de supervivencia.  Cada dos semanas voy al Supermercado y cargo con lo necesario para pasar medio mes, tampoco nos hemos privado del vicio, el puto tabaco. También hemos contado con la inestimable ayuda de mi madre, con el trabajo de mi padre invertido en un pequeño huerto y en el mantenimiento de gallinas ponedoras no nos han faltado huevos ni vegetales.  A parte de la carne que nos suministra mi madre de vez en cuando.
    La verdad es que no estoy muy preocupado por esta situación, me preocupan más las miles de familias que están evocadas a una pobreza incipiente,  «el gran líder» y sus compinches hablan y hablan pero no hacen nada. Autónomos que siguen pagando su cuota sin tener ingresos,  ERTOS que no se cobran etc.. El cambió del nuevo orden mundial les estas saliendo redondo. Cada día que pasa los ricos son más ricos y los pobres cada vez más pobres. La clase media, tan expandida en occidente, se está extinguiendo a pasos agigantados.  La clase política al servicio de las grandes empresas que, a su vez, son súbditas del libre mercado. Está quedando un panorama desolador para la gente de a pie, una autocracia cojonuda.
    El estado de emergencia es la llave que utiliza el poder para inocularnos el miedo, con el miedo instalado en nuestro día a día nos volvemos seres más manejables,  sometidos al nuevo orden mundial. Con miedo la lucha ya está perdida antes de iniciarla. No soy un tío catastrofista, deseo con todas mis fuerzas equivocarme.