martes, 5 de mayo de 2020

Día 50. Pseudociencia, el nuevo paradigma.

Día 50, a 3 de mayo de 2020

No suena música, no suena nada, la casa en completo silencio al igual que la ciudad. No pasa nada, no aquí y ahora. No falta la lata de birra ni el cigarro en el cenicero. Los miembros del Grupo Salvaje hemos acordado finalizar nuestros diarios de esta pandemia en el día 50, por diversas razones que no tengo que justificar a nadie; si alguien pide explicaciones al respecto, que le pique un pollo en el ano. El diario termina, la pandemia sigue, las muertes y la incertidumbre continúan; por mucho que los grupos de chavales se tumben en el césped bajo el sol primaveral, tratando de frotar sus pollas contra lo que tengan más a mano.
Se abre ante todos un nuevo panorama, el del desconcierto, la pseudociencia, las noticias falsas, la información sesgada y la miseria a nivel usuario. La pseudociencia es el paradigma de la mente colectiva en estos tiempos; basta con que alguien afirme algo para que otro se lo crea. Hace poco he vuelto a indagar sobre un tipo que vende terapias que lo curan todo (según él) y que niega que ciertas enfermedades existan; un tipo que cuenta con una legión de seguidores dispuestos a creerse lo que les resulte más atractivo creer. La gente tiene la tendencia de dar por cierto lo que les parezca más cómodo de digerir; y si tienen que tomar en pequeñas dosis un blanqueante industrial como panacea, lo harán olvidando lo estúpido que resulta. Parece más fácil embaucar a las personas que hacerles ver que son mortales, que no todo tiene cura ahora mismo y que tarde o temprano morirán. Falta una educación sólida frente a la muerte, que salga de las frases prefabricadas que se dicen en los funerales y que realmente haga conscientes a todos de su realidad biológica. Con la información ocurre lo mismo que con la medicina, manque inventes una noticia de forma burda y sin ningún tipo de sentido, si la gente compra esa noticia se acabará convirtiendo en realidad, de eso sabía mucho Joseph Goebbels. Recuerdo hace unos años, cuando el Ébola parecía ser la amenaza, que circulaba por internet la muerte en extrañas circunstancias de personas que investigaban dicha enfermedad; unas semanas más tarde aparecieron todos en la portada de una publicación científica de renombre. Desenmascarar la mentira es posible, pero entonces nuestro sistema actual deja de funcionar, y no hay mayor miedo que el que existe al cambio.


Ha sido un enorme placer poder compartir mis ideas e impresiones con mis camaradas durante estos cincuenta días. Si alguien lee estos diarios, bien; si no los lee nadie, la verdad, me importa una puta mierda. Me terminaré mi cerveza en silencio y meteré mi culo nuevamente entre las sombras .